La Capitana , el bodegón y vermutería donde la presencia de Evita se siente en el aire

El acogedor espacio que ofrece La Capitana, ha unido las dos pasiones del gastronómico Nicolás Quirno: la cocina gourmet y la política. La propuesta se suma con originalidad y arte al furor por los bares y restoranes que rinden culto a Juan Domingo Perón y Evita.

En el corazón de Almagro, un barrio con fuerte impronta tanguera abrió La Capitana, un bodegón temático y vermutería que rinde homenaje a la figura de Evita Perón. Su apertura se dio casi en paralelo a la fecha en que se cumplían los 70 años de su fallecimiento, el 26 de julio de 2022. Desde entonces, el bodegón y vermutería funciona a pleno y convoca por igual, al público local y al turismo, a quienes la figura de la abanderada de los humildes atrae como un imán.

Su dueño, Nicolás Quirno Costa vivía en la Patagonia a los pies de la Cordillera, en la idílica San Martín de los Andes. A pesar de residir en lugar de ensueño , deseaba emprender otros rumbos en lo profesional , aunque esto lo obligara a renunciar a la paz y trasladarse a la ajetreada Buenos Aires. Tenía todo para cumplir su sueño : estudios de gastronomía, una sólida experiencia -había tenido un bar y luego un restaurante- y además, era un aguerrido militante político. 

“Un día decidí dejar todo atrás y unir mis dos pasiones más fuertes: la gastronomía y la política. Al principio pensé hacer un clásico bodegón, pero la arquitecta del proyecto nos planteó porque no hacer un lugar para homenajear a Evita . La idea pronto nos entusiasmó a todos y, paso siguiente, nos pusimos a estudiar a fondo cómo fue su vida para empaparnos lo más posible en la recreación de un lugar que pudiera captar su esencia”.

La gesta de La Capitana

“Poco a poco, fuimos descubriendo las primeras claves para crear el lugar perfecto: decidimos que tenía que tener lo mejor de lo mejor”, cuenta su dueño. “ Por ello, invertimos mucho tiempo en el estudio de la vida de Evita y pudimos ver como ella le daba lo mejor a los más necesitados, por ejemplo, si construía un lugar de veraneo para las clases pobres, lo hacía a lado de donde veraneaban los más ricos” 

“Por otro lado, dedicamos largas y extenuantes jornadas en medio de las cajas  del Archivo General de la Nación. Nuestra idea era encontrar fotos que nos gustaran y que quizás, no fueran tan conocidas para adornar las paredes de La Capitana”añade Quirno Costa

Al ingresar al bodegón hay un gran cuadro de Evita donde se la ve enfundada con el uniforme de Juana Azurduy , obra de la artista plástica Angeles Crovetto. También, en las ventanas se destacan originales vitraux con las imágenes de Evita pintados por la ilustradora Guadalupe Belgrano, que están inspiradas en las gigantografías que de ella se ven en la Ciudad de Buenos Aires en 2 edificios de la Avenida 9 de julio.

La propuesta gastronómica de La Capitana

Aquí,las tardes suelen comenzar con un buen vermut y una picada tradicional o bien, cócteles y aperitivos con una surtida propuesta de tapas que pueden incluir desde crujientes rabas hasta langostinos, entre otras sabrosas entraditas . Ya, más cerca de las 20:30, la hora de la cena convoca y La Capitana recibe a sus primeros comensales donde la estrella es, sin dudas el artífice de todos los manjares del lugar: el gran horno de barro. 

Los platos imperdibles en La Capitana, como buen bodegón son: el pastel de papa hecho con carne de ternera braseada que se cocina a fuego lento durante casi cinco horas en horno de barro, lleva abundante queso ahumado y panceta . La opción que sigue, tiene como protagonista al osobuco braseado con boniato al natural y salsa de champignones que pelea el segundo lugar a la milanesa a la napolitana. Otros destacados del lugar son: el, ojo de bife -a la parrilla- y un surtido de platos tradicionales de olla. 

Nicolás Quirno Costa, quien está atento a todos los detalles, contó que el bodegón tiene una amplia variedad de platos para quienes son vegetarianos, celíacos y veganos. “La propuesta se conjuga en base al sabor tradicional de los platos que ofrece todo bodegón , la ambientación y la música, elementos que resaltan y ponen en valor la época del primer peronismo. Los platos, junto a la atmósfera y la música, nos llevan en un viaje a través de los sentidos directo hacia esos años. Por este bodegón ya pasaron desde Diego Capusotto, el Rubio Peronista, Daniel Toggnetti y el flamante Secretario de Comercio, Matías Tombolini, entre muchos otros”, contó el dueño de La Capitana. 

Entre los detalles y rincones temáticos que tiene el bodegón , en uno de los muebles del hall se exhiben copias de alhajas originales que solía usar Evita. De las piezas de este alhajero que están todas a la venta, las clientas se pueden llevar la que gusten a modo de recuerdo de la visita al bodegón. La idea y confección es de la firma Las descamisadas. Un lindo detalle que cierra una velada diferente y muy sabrosa.