La pizzería tiene más de 43 años de trayectoria en el arte de amasar una de las comidas más icónicas, sabrosas y elegidas por los porteños . Hoy, es atendida por sus dueños que ya van por la tercera generación. La especialidad de la casa es la pizza a la piedra que se puede pedir al corte y elegir entre más de 50 deliciosos sabores. Por eso, te invitamos a pasar y conocer su historia.
En una tranquila esquina de ochavas del barrio de Monserrat, la pizzería El Mazacote se distingue por su blanquísima fachada sobre la que contrastan el toldo rojo y las grandes letras, también rojas , que llevan su nombre. Es el corazón de Monserrat un barrio porteño con historia,en el que muchos comercios,locales y casas parecen detenidos en el tiempo y lucen como hace 50 años, tiempo en el que la pizzería el Mazacote abría sus puertas.
Ubicada a tan solo tres cuadras de la ajetreada Avenida9 de Julio y a una de Avenida Independencia,por estos pagos porteños reina la calma y la pizzería el Mazacote, atendida por sus dueños, se convierte en el sitio perfecto para disfrutar de un manjar muy popular en la ciudad como es la pizza, pero que aquí lo llevan a otro nivel de sabor y donde hay más de 50 variedades para elegir.
Lo lindo y especial que uno descubre en El Mazacote es el horno a la vista que serena el alma y abre el apetito , donde las pizzas entran y salen de su boca humeante como un pequeño volcán a cada momento. Un clima familiar en una pizzería familiar, que desde hace más de cuarenta años cocina a la vista de la clientela, no solo los 50 sabores de pizzas al molde y a la piedra que aquí se pueden degustar, sino también riquísimas empanadas y tres versiones de fainá: la común, la fainazzetta (una fainá que viene con muzzarella, cebolla y queso rallado) y la versión de fainazzetta que trae jamón cocido.
Tres generación de expertos en el arte pizzero
La historia de El Mazacote comienza mucho tiempo antes del momento de su apertura en 1981. Guillermo Andrés, quien forma parte de la tercera generación de dueños , cuenta que su abuelo Alberto con quien arranca el local, al momento de abrir El Mazacote ya contaba con experiencia en el negocio pizzero . Con dos locales en su haber y gozando de un relativo éxito de ventas, la distancia diaria que debía recorrer entre su hogar y sus negocios comenzó a ser un obstáculo para llevar la vida que deseaba: trabajar y disfrutar de su familia.
Por eso, a pesar del éxito de ventas y confiado en su producto, no dudó en comenzar una vez más de cero y decidió probar suerte más cerca de su casa, en la Capital. Cuando llegó al barrio de Montserrat , abrió su primera pizzería porteña llamada Cachavacha. Ubicada en Solís y México , este local era solo de despacho de pizzas, bajo el formato “para llevar”. “ El negocio iba bien pero no crecía. Por ello, el abuelo Alberto, puso el ojo en las mejores pizzerías de la época, entre las que figuraba Los Campeones y decidió asociarse a su maestro pizzero. Así nacía El Mazacote” , cuenta Guillermo.
Bruno, el pizzero experto y socio del abuelo Alberto , era un fanático de la pizza pero también, un meticuloso y ambicioso investigador en el arte de elaborar este manjar italiano. Con espíritu de superación y pasión por el arte de crear las mejores pizzas, procuraba siempre obtener el sabor más delicioso, combinar los sabores para crear diferentes gustos y lograr esa crocancia justa que le dieran a la pizza un nivel superior. Con su esfuerzo, fue el verdadero artífice del estilo de pizza tan particular de El Mazacote, de trabajar a la piedra, de seleccionar minuciosamente la materia prima y también fue, el que le pasó a Mario, el actual pizzero principal, todos los secretos de este arte. Y fue así que manteniendo inalterable la fórmula y la excelencia en los productos, se mantuvieron vigentes más de cuatro décadas y se convirtieron en un ícono barrial.
Una pizzería con aroma familiar
El salón de El Mazacote cuenta con una capacidad para cincuenta o sesenta personas, y también tiene una bonita barra que es un imán para los comensales que prefieren comer “de parado” pizza al corte mientras contemplan, como bajo un hechizo, el fuego del inmenso horno y los malabares que hace el equipo que prepara cada pizza que se pide en El Mazacote. Aquí se cantan las comandas como a la vieja usanza y los fines de semana surfean las olas de pedidos que por la noche, superan la cantidad de sillas y donde la gente parece no tener problema de esperar haciendo cola en la vereda. Sin dudas,un lugar para venir y repetir la experiencia del sabor de la buena pizza.
El Mazacote abre de martes a domingos de 12 a 15 hs y de 19.30 hasta la medianoche. No se cobra extra por el servicio de mesa. Instagram: @mazacotepizzeria. Chile 1400, Montserrat CABA.