Águila Pabellón: el restaurante de 1900 distinguido con una estrella Michelín.

El restaurante funciona en el mismo lugar que fuera la antigua confitería del zoológico porteño, hoy devenido en Ecoparque. Una construcción delicada, de belleza clásica y distinguida que forma parte del patrimonio histórico de la ciudad. Decorado con paisajes y vegetación que simulan un entorno selvático, el lugar ofrece comida tradicional con enfoque contemporáneo en medio de detalles únicos y naturales : por ejemplo se pueden escuchar las voces de los animales que viven dentro del Ecoparque. 

En Águila Pabellón la experiencia de disfrutar de la gastronomía tradicional argentina y estar en estrecho contacto con la naturaleza ,con sus sonidos y su paz únicas, es posible. Algo completamente mágico, que ocurre al traspasar la puerta de acceso al Ecoparque porteño y acceder al edificio histórico donde funcionó la antigua confitería del zoológico de Buenos Aires. La vista del entorno es perfecta y encanta : en frente, el recinto circular del antiguo pabellón de las aves con su cúpula negra nos remonta hacia tierras lejanas y construcciones hindúes .

La premisa era mantener el valor patrimonial y en ese aspecto, cuidamos cada detalle”, explica Pedro Diaz Flores, director del grupo Abridor que tiene la concesión del restaurante. “Ganar la concesión de un edificio histórico, no es algo que ocurre todos los días, y aún más increíble es que se trate de un lugar tan bello . Este entorno, los animales, el edificio en sí que posee una belleza arquitectónica única , todo en el corazón de un barrio con tanta vitalidad y dinamismo como Palermo. Sin dudas, para quien visite Águila Pabellón no será difícil enamorarse de la magia que tiene el lugar , además de disfrutar sin dudas, de su excelente propuesta gastronómica que cuida los sabores tradicionales” 

“El lugar estaba prácticamente derruido. Las obras abarcaron desde la fachada hasta los interiores y las terrazas en la parte superior que tienen una vista privilegiada al jardín arbolado. Todo fue realizado con sumo cuidado, respetando la construcción existente previamente que es verdadero patrimonio arquitectónico”, prosigue Díaz Flores.

La propuesta gastronómica de Águila Pabellón

Las mesas y algunas piezas que integran el mobiliario del restaurante pertenecían al antiguo hotel Plaza. Las huellas de antiguos tiempos de esplendor son convocados en el interior pero dentro de una propuesta contemporánea y fresca. El espacio es luminoso, la decoración con abundantes plantas que cuelgan de modo caprichoso contrastan con la luz y la blancura de las paredes y manteles. Algunas paredes presentan tapices con animales de la selva que se cuelan de un modo casi realista también desde el exterior. Un escenario ideal para disfrutar de la propuesta gastronómica del destacado chef Julián Gallende.

“Este es un espacio que atesoro y conozco mucho. De chico vivía muy cerca y venía siempre. Un lugar que nunca se olvida, nunca se van los recuerdos de aquel zoo que uno guarda en la memoria de cuando éramos niños. De visitar a los elefantes, la jirafa, los monos. Vivíamos ese entorno como algo natural, hoy me alegro que el Ecoparque se haya transformado en un espacio de respeto y cuidado para muchos animales y también en una invitación a disfrutar de la auténtica cocina nacional ”, destacó Gallende. Para él, estos recuerdos son como el leitmotiv de su labor diaria en su labor en Águila. “Hacemos foco en una propuesta integral, que abarca una cuidada selección de platos de la cocina tradicional argentina y a la vez una experiencia cultural de visitar un espacio que forma parte del patrimonio histórico”, cuenta con orgullo el chef que tiene a cargo la propuesta gastronómica de Águila Pabellón.

Y sumó en su reflexión: “La cocina aquí, es parte de una unidad de sentido, de la experiencia global que se ofrece en el restaurante. El impacto de una oferta gastronómica de calidad acompaña un marco monumental, un edificio histórico de más de un siglo. La cocina no se lleva todos los laureles, ni todo el protagonismo, sino es el complemento ideal de una experiencia integral que está dada estar en una ubicación privilegiada de Buenos Aires,como es el Ecoparque y su entorno natural de animales y aves que se siente fuerte y reconfortan el alma”

Un lugar que hace espacio a lo tradicional y a la innovación en materia culinaria

Años atrás, Julián Gallende trabajó en Europa junto a Mauro Colagreco, uno de sus colegas argentinos que fue distinguido con estrellas Michelin por el nivel de sus restaurantes. Esta experiencia de trabajo en Francia,cuenta el chef, le proporcionó audacia para desplegar su creatividad hoy en Águila Pabellón.

“La propuesta en Águila Pabellón apuesta a una búsqueda de comfort food: comida simple y noble —siguió Gallende—. Está compuesta de sabores tradicionales, conocidos y realizados con productos de calidad. Los platos más pedidos son el bife de chorizo, el ragout de hongos y los chipirones . La carta es amplia, tenemos opciones con pollo, carne, pescado,pasta, risotto, y también platos veganos”.

En relación a las bebidas que maridan con los platos que prepara Julián Gallende, la carta de vinos fue creada por la destacada sommelier Agustina de Alba, mientras que la de cócteles fue una propuesta exclusiva de la bartender Mona Gallosi. El aporte de ambas expertas en la materia, logró conjugar una oferta amplia , capaz de conformar al público más exigente con la gran variedad de vinos orgánicos, tragos de autor y exquisitas recetas clásicas y variadas para deleitar a todos los paladares.