Al dulce de leche se lo lleva en el corazón y se lo siente como un verdadero orgullo nacional. Los argentinos nos lo adjudicamos como una inversión propia, sin embargo la autoría está disputada con otros países. Pero, ¿qué dicen los historiadores sobre su invención?. Hoy, te invitamos a descubrirlo.
La magia sublime del dulce de leche no se discute. Más, si uno es argentino. El dulce de leche es el sello nacional de todo postre que se precie de tradicional en Argentina, desde el Norte hasta la Patagonia. Bombones, helados ,alfajores y tortas de cumpleaños no serían lo mismo sin este preciado manjar que se obtiene a partir de la mezcla a fuego lento, de leche y azúcar con aroma a vainilla.
Sin embargo, aunque el dulce de leche no tiene partida de nacimiento, su origen se ha convertido en objeto de tensiones y disputas con Uruguay. Dado que ambos países no lograron ponerse de acuerdo, el tema pasó a mayores y requirió la intervención de la Organización Mundial del Comercio y de la Unesco. Finalmente, estos organismos internacionales decidieron considerarlo patrimonio conjunto del Río de la Plata.
Pero, el asunto sigue desvelando aún hoy a los historiadores de la cultura y a los investigadores de la gastronomía, mientras que los golosos, lo consumen sin pedirle certificación de origen, ni acta de nacimiento, en un promedio tal, que puede llegar a los 3,2 kilos por cada argentino cada año, según indican datos oficiales de 2022.
La leyenda del dulce de leche de Argentina
La trama del orígen del dulce de leche es un viaje largo, por ello, iremos de a poco desgranando y conociendo las diferentes versiones acerca de su origen.La Argentina, Chile, Uruguay y, más allá cruzando el océano, España, Francia y algunos países de Asía se atribuyen la invención del manjar que hoy nos convoca : el dulce de leche. En el libro La comida en la historia argentina, su autor, Daniel Balmaceda relata la leyenda más famosa -y más inconsistente- que ubica en los tiempos de Juan Manuel de Rosas (1835 -1852) el nacimiento de esta delicia popular.
La leyenda narra que en 1829 , el General Juan Lavalle fue de visita a la estancia del Gobernador de la provincia de Buenos Aires. Al parecer, mientras aguardaba la llegada de Rosas, se sentó en la hamaca del dueño de casa, donde se quedó dormido. En ese momento, la cocinera del Gobernador entró como cada día a llevarle la lechada -leche de vaca mezclada con azúcar para el mate- a su amo: al no ver a Rosas y sobresaltada por el cambio, la mujer olvidó los ingredientes que había dejado sobre el fuego. Así , parece que la cocción lenta y progresiva de estos elementos dio origen al dulce de leche.
Para Balmaceda, la leyenda popular y más conocida en toda Argentina, acerca de que el dulce de leche nació de modo accidental por el descuido de una criada del Gobernador Juan Manuel de Rosas, carece de sustento alguno. Balmaceda, incluso se arriesga a elaborar una explicación propia para desecharla: “En cuanto a la fecha que gira en torno al año 1829, se la considera desde el punto de vista histórico, una fecha inconsistente, sobre todo tomando como referencia que en la fiesta de agasajo a los héroes de la batalla de Chacabuco se cuenta que se sirvió dulce de leche. Esto fue en 1817, doce años antes de que lo ‘inventaran’ de modo oficial en los registros de la leyenda popular que narra su origen”.
La historia oficial del dulce de leche
“Lo que yo descubrí, con gran pesar, es que el origen del dulce de leche es asiático- explica Balmaceda-. Y esto, nos da un poco en el ego como argentinos porque consideramos a este manjar como algo muy nuestro, tan nuestro como Maradona o Gardel. Esta preparación se elaboraba en Indochina y llevaba por nombre kajmak. De allí, pasó la receta a las Filipinas y los españoles lo introdujeron en México. La puerta de entrada fue Acapulco, es decir por el lado del Pacífico, donde recibió el nombre de dulce de cajeta. Luego pasaría a Lima con el nombre de manjar y un tiempo más tarde a Chile donde le darían el nombre de manjar blanco”.
Este es el recorrido oficial o histórico de “nuestro” dulce de leche para el historiador Balmaceda. “Luego, una rama de esa preparación haría pie en Brasil, con el nombre de doce de leite, de ahí se abriría camino al Uruguay y por último a la Argentina”, resalta el investigador sobre el largo periplo gastronómico del dulce de leche para convertirse en el más argentino de los inventos.
Sin dudas, un gran golpe a nuestro ego como argentinos y amantes del dulce de leche que somos pero, la historia ha puesto así las evidencias y los datos. Para esta primera entrega, es suficiente, ¿verdad? . En la próxima entrega de la historia del origen dulce de leche, seguiremos con el recorrido de este popular manjar. Al momento,disfrutemos de su existencia y de que sus raíces estén bien ancladas en el corazón de la Patria, sin importar su verdadero lugar de nacimiento, ya que esto no altera su delicioso sabor.