El restaurante El Gran Paraíso en el barrio de La Boca, parece la escenografía de una película costumbrista. Un lugar único donde se puede degustar desde ojo de bife hasta entraña y picaña de ternera, entre otras carnes de alta calidad.Un encanto de lugar con vistas al histórico paseo boquense de Caminito.
Tanto locales como turistas, al visitar el barrio de La Boca pueden hacer un alto y realizar un inolvidable viaje en el tiempo mientras se disfruta de una rica parrillada. Este viaje histórico puede hacerse en el patio de un alegre y pintoresco conventillo de 1890: un escenario real, en donde en medio de la calma de un sereno almuerzo es posible vivenciar esta escena de la vida cotidiana tal como la habrían experimentado sus antiguos moradores: los inmigrantes italianos -en su mayoría-, pero también españoles y de las diferentes regiones de Europa que llegaron a la Argentina entre finales del siglo XIX y principios del XX.
En el Gran Paraíso se puede vivir esta experiencia única mientras se disfruta de exquisitas carnes a la parrilla de primerísima calidad, en un asado al aire libre y con melodías de tango sonando de fondo. Una experiencia histórica e inmersiva que regala a los visitantes , en su mayoría turistas, la posibilidad de asomarse a un pasado que une de cerca estas tierras con el mundo que se ha dejado del otro lado del Atlántico y que aquí , en el barrio de La Boca, gestó una forma de vida nueva , la de los conventillos. Casas de chapa, de ambientes diminutos y apretados , carentes de casi todo,pero donde la solidaridad y el clima familiar suplieron con creces las dificultades y le dieron una identidad esperanzadora al día a día de miles de familias y trabajadores en su mayoría ligados al puerto.
Los dueños de este restaurante típico, lograron mantener la construcción de chapa original que data del siglo XIX, y realizaron enormes reformas para transformar el espacio histórico, que al momento de ser adquirido se encontraba en ruinas, en una propuesta acogedora y realista. Sobre la calle José de Garibaldi, donde se encuentra la entrada a El Gran Paraíso, el humo que se desprende de unas grandes parrillas montadas en el patio, recibe y va tentando a los comensales que tienen que pasar por allí para ingresar al restaurante. Los parrilleros dan la bienvenida a todos mientras cuidan del asado, pero ya dejan entrever cómo será la propuesta : un lugar donde disfrutar de cortes de carne de calidad en un clima familiar.
Cómo es El Gran Paraíso por dentro
No importa cuál sea la mesa que se haya elegido aquí, todas tienen un encanto especial y una particularidad en cuanto a la vista que ofrecen del conjunto pero, sin dudas, el patio es el espacio más lindo con sus flores alegres en improvisadas macetas de baldes de albañil, luego el e sol, el aire fresco y el tango de fondo completan la magia. Pero, también el restaurante ofrece la posibilidad de almorzar -si son pocos comensales- en algunas de las habitaciones del conventillo que aún conservan su estética original. Allí las paredes a través de la decoración, van contando la historia del barrio, con sus objetos y fotos antiguas que ayudan a componer la escena histórica.
Además de un servicio amable y atento, aquí sirven los cortes de carne más solicitados al personal de parrilla: el ojo de bife , bife de chorizo,vacío y entraña, entre otros. Y, aunque los comensales son en su mayoría extranjeros, al abrir la carta sorprende descubrir que los precios están acordes al bolsillo local y no son tan elevados.
Hacia el lado derecho del conventillo hay un salón que alguna vez fue parte la casa original y que conserva intacta su vista a las vías del tren, pero si se continúa caminando, se sale al patio general del conventillo que regala un amplio espacio para comer al fresco bajo la sombra de centenarios árboles y que hoy, llama la atención de los visitantes por sus chapas de colores imitando el decorado original. La propiedad es amplia y extensa, tanto que si se la atraviesa por completo se sale del otro lado de la calle donde está Caminito. De hecho, desde la terraza, se puede disfrutar de una vista excepcional de este destino turístico internacional, momento ideal para disfrutar de un trago como un Aperol Spritz.
Qué pedir en El Gran Paraíso
La carta aquí es bien corta y concisa. Por supuesto que todo el protagonismo se lo llevan las carnes, pero antes de llegar al primer plato hay opciones imperdibles y muy tentadoras. Una de ellas es la porción de provoleta con un topping de hongos y cebolla caramelizada . También hay otras opciones igual de deliciosas de provoletas, que vienen con lonjitas de jamón crudo y pesto.
Si bien el bife de chorizo es el alma mater de la propuesta gastronómica del lugar, para arrancar,se sirven empanadas fritas de carne, humita y de carne y provolone . También hay tablas de queso y tortillas de papa . Por supuesto, luego toca el turno a los chinchulines, la morcilla y el chorizo , -este es mitad carne vacuna y mitad de cerdo- o si prefiere, también se puede optar por el clásico choripán. El ojo de bife, el plato estrella,hace su aparición estelar en la escena con abundantes papas a las brasas y vegetales grillados. Para los amantes del cerdo hay matambrito, bondiola, y costillitas.
El restaurante está abierto todos los días de 11 a 18 hs. El lugar invita a quedarse de sobremesa tomando un café. Si el día está soleado hasta dan ganas de tomar una linda siesta a la sombra. Un plan perfecto para el domingo.
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