Para mimar al niño que todos llevamos dentro, las golosinas más célebres del planeta ahora tendrán su propio museo en Dubái. Una propuesta que llega con experiencias intensas, inmersivas que invitan a degustar de la oferta mundial de golosinas. Una aventura que hasta propone una zambullida en una piscina llena de ositos de goma. Un paseo que promete ser un nuevo destino imperdible .
Atención, todos los amantes de las golosinas: se perfila en el horizonte de Dubai una nueva aventura dulce que promete ser,un viaje de ida! Dubái, la ciudad que nunca deja de sorprender con la magia de sus itinerarios y atracciones, se prepara para inaugurar su primer museo dedicado a las golosinas en el planeta.
Para muchos, un Museo del Dulce, es quizás un exceso pero para otros, los fanáticos de lo dulce es un verdadero paraíso: un lugar donde el azúcar es la reina suprema, un imperio que solo puede ser imaginado en los más osados sueños donde los amantes de los caramelos y chocolates más icónicos y todo tipo de delicias azucaradas , encontrarán cumplidas todas sus fantasías más delirantes: piscinas de ositos de goma, un Museo de Louvre de golosinas con los dulces más gloriosos que se disfrutan en la Ciudad Luz, un espacio de algodón de hadas, donde el caramelo en finísimos hilos invade como gigantescas nubes el espacio, y todo en general es un sitio para dar rienda suelta a los caprichos de grandes y niños.
Este museo promete ser un verdadero festival y una experiencia única para los sentidos, combinando a la vez arte, cultura y, por supuesto, una generosa y abundante dosis de golosina! Una experiencia inédita y novedosa que despertará tanto la curiosidad por degustar cada delicia como el apetito,dado que los sabores aquí se han entrenado para conquistar el corazón de pequeños y grandes.
Una experiencia inédita en materia dulce
Dubái, la ciudad vibrante, original y versátil, no deja de empujar los límites de la innovación y la imaginación, y la inauguración de este museo del dulce es una prueba contundente de que puede cumplir los deseos y caprichos de sus visitantes hasta en algo tan simple y sencillo como puede ser el gusto por una golosina. Desde su apertura, este lugar será el primer museo de golosinas del mundo, una verdadera vitrina dedicada al arte de la confitería. Este nuevo espacio al momento de ser visitado, se podrá explorar de una manera lúdica e interactiva que permite conocer la historia de las golosinas más sublimes y famosas de todo el mundo. Cada golosina icónica viene acompañada con una experiencia inmersiva y original que ayuda a los visitantes a conocer y profundizar la historia de su lugar de origen y como el tiempo logró hacer popular a cada una de ellas.
El museo ofrece una combinación de datos relativos a cada manjar dulce con una cuota de diversión que busca atraer visitantes de todas las edades en una experiencia de recorrido que toma de 60 a 90 minutos. En este lapso, uno va recorriendo y explorando más de 15 habitaciones temáticas, cada una dedicada a un tipo diferente de golosinas que han logrado saltar a la fama y dar la vuelta al mundo gracias a su sabor y cosechando gran popularidad.
Desde los icónicos bastones de caramelo y los archifamosos ositos de goma hasta chupetines de todo tipo, algodones de azúcar, helados,macarons, y mucho más de lo que uno pueda imaginar, es posible de ser encontrado en este universo de lo inverosímil. Los aspectos más novedosos y destacados del museo incluyen una variedad de estaciones en las que pueden probar dulces artesanales únicos que son raros en cualquier otro lugar del mundo occidental.
El recorrido que permite aprender de historia y culturas diferentes
Los datos más divertidos y educativos del museo son un excelente canal para el aprendizaje sobre la historia y la ciencia de los dulces que más ama el público visitante, mientras que los diversos juegos, las pantallas interactivas y los rincones para sacarse fotos y subirlas a Instagram hacen que la experiencia sea encantadora, divertida y un momento memorable para compartir con amigos o en familia.
La recorridos Incluye una sala especial para los visitantes llamada Sugar Rush, donde la gente puede escribir mensajes dulces, hacer preguntas , conocer recetas de elaboración y ser creativos. La visita termina con merecidos obsequios como batidos de caramelo, café, helados y otras delicias preparadas en la cafetería del museo, o bien se pueden comprar las diferentes variedades para cuando luego de la visita surjan las ganas de algo dulces para picar.
El Museo del Caramelo está diseñado íntegramente para mimar y canalizar al niño interior que todos llevamos dentro. “Dubái siempre ha sido la tierra de las ideas brillantes,los grandes sueños y las atracciones turísticas respaldadas por la ciencia, la tecnología, y la innovación -dice el equipo de creativos detrás de este Museo del Caramelo-. Simplemente queríamos añadir algo diferente al paisaje de la región con un toque de color, magia y mucha dulzura. Deseamos que todos los que pasen por aquí puedan participar de las experiencias interactivas y revivir los tiempos de su infancia, ¡mientras se divierten”, cerraron los expertos en golosinas y diversión del Museo del Dulce de Dubái