Hoy seguimos explorando de cerca la propuesta gastronómica del Pasaje Echeverría, una pequeña calle que se convirtió en un fenómeno urbano único en Buenos Aires . Aquí lo que va, es comer en la calle de pie, sentarse en la vereda o improvisar algún banquito con lo que haya a mano para disfrutar de la mejor street food , cafetería o delicias dulces.
El pasaje Echeverría transmite la adrenalina de la juventud, de lo nuevo que ha venido para quedarse. Aquí, los más jóvenes pero también adultos, tanto locales como extranjeros, se dan cita para probar el sabor de la nueva cocina, pastelería y cafetería contemporánea. La calle, tiene la particularidad de que la mayoría de los locales no tienen mesas ni servicio de mozos, por lo que la gente luego de hacer su pedido , suele sentarse en la vereda a comer al aire libre y disfrutar del momento.
La movida hipster y bulliciosa de esta encantadora callecita del barrio de Belgrano se inició gracias a Pony Pizza, un local que se animó a abrir cuando por la ubicación -se encuentra debajo de la nueva Estación Belgrano C – el entorno era un páramo. La ventanita que vendía pizza hizo furor y su éxito corrió de boca en boca: siempre había gente esperando para comprar una porción para comer en el lugar o para llevarse a casa. Así, de a poco, otros emprendimientos gastronómicos se fueron sumando tímidamente y hoy el lugar explota. La propuesta es muy variada entre sí pero hay imperdibles: Entre ellos están:
La Chintonería: esta es la hermana porteña de la célebre Gintonería, el bar creado por Tato Giovanonni en Rosario, Santa Fe. En la barra está el celebrado bartender Pablo Piñata,referencia indiscutida de la coctelería local. Aquí, sus dueños prometen el mejor gin tonic de todo Buenos Aires .
El local, para pisar fuerte en la gran ciudad, cambió las tres primeras letras del nombre original por chin, en referencia al vecino Barrio Chino, que se encuentra casi pegado al Pasaje Echeverría. En la Chintonería, se puede pasar a disfrutar de los tragos a una barra semicircular con capacidad para ocho personas. Pero la mayoría, elige consumirlos afuera en vasos de polipapel, una verdadera rareza para el disfrute de la experiencia etílica. Según cuenta el mismo Piñata, eso “no le resta encanto a los tragos porque los garnish- o elementos decorativos que se le añaden a un cóctel para mejorar su sabor y apariencia- fueron concebidos a partir de este material”.
El local se conecta a Sando -la sandwichería asiolatina-mediante una barra y por el momento, la carta de comidas es la que ofrece su vecino. A la hora de beber, el hit del lugar nos remonta a la década del ochenta: el Bananarama. Este trago lleva como base gin clarificado con yogurt de banana, lima, coco y tónica.
Horario de martes a domingos de 18 al cierre. Su IG: @chintoneria
Sando de América: aquí la especialidad son los sándwiches japoneses que hoy, son los más famosos de la ciudad. Los que traen pan de leche, salsa y una porción generosa y gruesa de carne rebozada en panko, se recomienda probarlos sí o sí, ya que son una delicia absoluta.
Por otro lado, el local a nivel estético y sus peculiares sabores, son una verdadera fiesta para los sentidos y siempre está que explota. Todo el día, se pueden ver cerca hordas jóvenes y no tanto, que se sientan donde pueden a tomar ramen, vermut o algún café de especialidad con medialunas,chipás y pizzas.
En Sando la cocina está a cargo de Pablo Chinen, quien hace una reversión latina de estos clásicos sándwiches asiáticos. En la versión de Sando, se sirven en pan de molde tipo brioche, super cargados y sabrosos .Entre los que más salen están el clásico japonés o katsu sando, que trae cerdo cortado muy grueso,hiper tierno, empanado y con un poco de sofrito. Se acompaña con una salsa fuerte y picante llamada tonkatsu, que en Sando se elabora con ananá.
Sándwiches de todo lo uno se pueda imaginar, pero bien gourmet
La casa se autodefine como local o “sandwichería asio-latina” ya que se utilizan ingredientes locales y se adaptan al paladar de estas latitudes como en el caso del sando de lomo, que viene con chimichurri de la casa, en base a cilantro, menta, ají molido y aceite de sésamo. Otro hit multi-étnico que hay que probar es el sando de calamar, que lleva pickles de pepino y polvo de alga nori.
De postre también salen los sando. Se trata de un híper tentador sandwichito sellado, con una masa suave, liviana y dulzona rellena de helado de chocolate con sal marina o de banana split , con dulce de leche natural. Si no puede probarlo luego del sando de carne, debe volver a probarlo alguna tarde porque es una verdadera locura.
Miércoles y jueves de 19 a 23.30 hs. Viernes de 19 a 0 hs. Sábados de 12 a 16 hs y de 19 a 1 hs. Domingos de 12 del mediodía a 16 y de 19 a 23:30 hs. IG: @sandodeamerica.
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