Si sos fanático del sushi, acompañanos en este viaje al corazón de la cocina asiática donde iremos presentando en diferentes entregas, los 3 mejores restaurantes de sushi porteños según la valoración de la Guía Michelin. Un viaje para degustar este manjar en clave gourmet en la siempre cosmopolita y vibrante Buenos Aires.
Allá por los años 90, en la prehistoria del sushi en Buenos Aires, todo era básicamente, un surtido de piezas realizadas a base de salmón y mucho queso Filadelfia para consumir bañados en abundante salsa de soja. Los años hicieron su propio proceso, sofisticando la oferta con la elaboración de piezas más puristas pero también en base de una mayor variedad de pescados. Para la Guía Michelin este fenómeno no pasó desapercibido y entre sus recomendaciones de sitios imperdibles en Buenos Aires para disfrutar de la mejor gastronomía incluyó a tres restaurantes destacados por sus soberbios niguiris y sashimis
Los inspectores de la guía francesa, de paladar exquisito, quedaron impresionados con dos espacios porteños para degustar sushi en formato “omakase”. Este término nipón hace referencia a la modalidad por la que, en vez de elegir platos a la carta,los comensales dejan todo en manos del itamae- jefe de cocina- quien escoge con esmero cada una de las piezas, en base a los mejores productos disponibles en el momento.
Buri Omakase es pionero en la modalidad omakase en Buenos Aires.Este restaurante a puertas cerradas, desde el primer día apostó a tener una oferta distintiva y única en sabor. Con el leitmotiv “En materia de pesca en argentina hay un océano de ignorancia” dando vueltas en su mente, Marcelo Eli, se propuso investigar a fondo todas las posibilidades que ofrecía la pesca argentina para variar en la creación de piezas de sushi. Así, entre ensayos experimentales en base a una propuesta lúdica y personal basada en el método clásico de la prueba y el error, logró sabores nuevos que le dieron a cada pieza una impronta autóctona y original.
Piezas de sushi labradas a partir de los sabores del mar
Los sabores del mar argentino que el creador de la experiencia Buri Omakase exploró con la mente y el paladar abiertos, dio los frutos simples de sabores nuevos para más de una docena de piezas de sushi, labradas con los hilos de la pasión como si se tratara de verdaderas joyas. Así, la enorme diversidad de pescas del Mar Argentino que sorprendió a locales y extranjeros, cautivó a los expertos de Michelin, posicionando a Buri Omakase en el podio del sabor como referencia internacional en la guía de renombre que posee millones de consultantes y que lleva al restaurante a otro nivel , tanto de público como de exigencias.
Estar mencionados en la Guía Michelin es todo un desafío. “Es un estrés positivo, que nos ha llevado a no relajarnos, a dar todo a cada instante y a estar siempre atentos a cada detalle, tal como lo hacíamos antes, pero ahora, con el plus de saber que aquí vienen personas de todo el mundo, que saben lo que quieren en materia de sushi y no los podemos defraudar. Brindar un excelente servicio implica un crisol de múltiples detalles: la ambientación, el servicio, los tiempos, la música. Crear un ambiente único para que sea una velada maravillosa” cuenta Marcelo Ell
La mayoría de las piezas que se elaboran en Buri Omakase son a partir de pesca madurada. Gracias a este proceso, el sabor se potencia y concentra y brinda la posibilidad de disfrutar de todos los matices de sabor que suelen estar ausentes en el pescado fresco. En la actualidad, la materia prima principal es provista por los pescadores artesanales de Mar del Plata y Necochea . Entre esta abundancia de mar, es posible encontrar desde un exquisito pez limón considerado “la vedette del Mar Argentino para consumo directo en crudo” hasta otros muy requeridos como el jurel, besugo, la anchoa de banco y las ostras. El imperativo , es garantizar la trazabilidad de cada pieza que llega hasta la mesa en más de diez variedades diferentes todas las noches.
La experiencia del sabor
Buri Omakase ofrece un menú que consta de 15 pasos donde se presentan delicias que se permiten transgredir la mismísima tradición nipona en la materia. Frente al comensal desfilan presentaciones que van desde un tartare de carne Wagyu , carpaccio de langostinos y niguiris y sashimis que Marcelo -quien además de propietario es el Itamae – prepara con destreza de alquimista frente a los 10 comensales que se ubican alrededor de una barra.
Como en todo sitio omakase, la reserva previa es obligada. El menú de pasos incluye toda la comida: el postre y el servicio de agua . La bebida va aparte y va desde coctelería de autor o clásica hasta una nutrida carta de vinos con 70 etiquetas . También hay cervezas y whiskies japoneses.
Buri Omakase está Guatemala 5781, Palermo.Reservas en: https://buri.meitre.com/IG: @buriomakase . Abierto de martes a viernes